Son numerosas las formas de investigación en las que se utilizan fuentes orales, algunas de las cuales se denominan epistemológicas, otras metodológicas y otras técnicas o herramientas. Presentamos un estudio comparativo entre once proyectos de investigación trabajados con y desde la gente, realizados a lo largo de 25 años, entre los cuales, en seis se ha trabajado con la herramienta historias orales y en cinco, no. Primeramente, hemos aclarado nuestra posición epistemológica y hemos contrastado la herramienta historias orales con las historias de vida y la historia oral. Como resultados principales de este contraste, destacamos la importancia de comprender todos estos dispositivos como herramientas, que no son inocuas. La herramienta historias orales sirve para la dinamización comunitaria solo si es adecuada para el contexto y el momento de la comunidad en la que se utiliza. Añadimos algunas reflexiones sobre las culturas populares y la dinamización comunitaria.
Encina, Javier, Ainhoa Ezeiza, y Nahia Delgado de Frutos. 2020. HISTORIAS ORALES COMO HERRAMIENTA PARA LA CONVIVENCIALIDAD. Revista Latinoamericana Estudios De La Paz Y El Conflicto 1 (2), 13 – 38. https://doi.org/10.5377/rlpc.v1i2.9828.
Complejidad, estar tejido junto; cualquier esfuerzo por separar bruscamente esa unión llevará a convertir lo que está tejido junto en algo inservible, incomprensible (queda simple o complicado). En la almazuela, es justo al revés (desde lo sencillo se llega a lo complejo): se unen trozos de diversos tejidos para llegar a una colcha, un chaleco, un mantel, un abrigo…, y cuando deja de hacer falta, se separa con cuidado (respetando las unidades) y se une de otra forma (tal vez incluyendo algún trozo más, descartando algún otro), para tener lo que nos hace falta en la siguiente estación (efímero frente a permanente). «Si el conocimiento existe es porque es organizacionalmente complejo. Esta organización compleja, a la vez cerrada y abierta, dependiente y autónoma, es la que puede construir traducciones a partir de una realidad sin lenguaje (…) El reconocimiento de esta complejidad (…) requiere el recurso a un pensamiento complejo que pueda tratar la interdependencia, la multidimensionalidad y la paradoja» Edgar MORIN
En este artículo enumeramos los principios de la complejidad y los relacionamos con las educaciones. El artículo
Las culturas populares están basadas en las relaciones interpersonales, colectivas, y con el medio. Se generan en espacios y tiempos concretos generalmente a escala local y vecinal. Sus cosmovisiones reflejan, al mismo tiempo, el rechazo y la aceptación de las culturas oficial y de masas. Este equilibrio inestable puede provocar su desaparición o absorción por parte de estas últimas. Además, no hay que olvidar que las culturas populares entrelazan las corrientes estructurales de etnia, clase social y culturas del trabajo, género y edad; y este entrelazar las enriquece y diversifica.
Las culturas populares al ser formas de vida que no pueden ser explicables sin sentirlas/hacerlas/pensarlas en los espacios y tiempos cotidianos, siendo generadas por repetición creativa; son una expresión clara del concepto de complejidad.
Son las culturas populares las que tienen capacidad de transformar: la diversidad y la horizontalidad, unidas a la capacidad de adaptación, de resistencia y del disfrute de la vida cotidiana son potenciales generadores de procesos comunitarios de transformación. Las culturas populares recuperan y revitalizan saberes colectivos que junto a los intercambios, trueques espontáneos, cultivos sociales, apoyos mutuos, vínculos afectivos, desaprendizajes y apertura a nuevos aprendizajes…, constituyen una fuente inagotable de conocimiento.
No podemos hablar de las culturas populares en singular, porque no hay una cultura popular, sino muchas y diversas culturas populares. Como bien dice Jesús MARTÍN-BARBERO: “lo popular no es homogéneo, y es necesario estudiarlo en el ambiguo y conflictivo proceso en que se produce y emerge hoy”. Así lo que podemos decir, es que existen unas propiedades diferenciadoras, particularidades, peculiaridades, características, en definitiva: unos puntos, que son los que estamos desarrollando y que nos acercan a las culturas populares como una forma de entender, sentir y hacer las cosas.
Una herramienta que ayuda en el trabajo de las historias orales es el análisis desde los discursos. Un artículo de Javier Encina. (el artículo se descarga automáticamente)
Nuestro vídeo: Ilusionismo social Donde explicamos de forma irónica las perspectivas epístemológicas: distributiva, estructural y dialéctica, y definimos el ilusionismo social (ten cuidado puedes caer en la trampa de no verlo completo)
El paradigma de la complejidad general se forma en los crisoles abiertos, más cívicos y culturales que estrictamente académicos: “Dedicarse a la complejidad es introducir una manera de tratar lo real… Es reconocer que la modelización se construye como un punto de vista tomado de lo real… Y, en esta perspectiva, la exploración de la complejidad se presenta como el proyecto de mantener permanentemente abierto, en el trabajo de explicación científica misma, el reconocimiento de la dimensión de la impredecibilidad”.
Asumiendo este reconocimiento de la dimensión de la impredecibilidad y, por consiguiente, del punto de vista tomado de lo real, el paradigma de la complejidad general privilegia el ejercicio de las capacidades de despliegue de la inteligencia humana: demandando y proponiendo una nueva reforma del entendimiento, a la vez religada (pragmática) y crítica (epistémica), nos invita a no reducir lo inteligible a lo formalmente simplificado. Cualquier fenómeno que pueda caer bajo el conocimiento de los hombres puede ser entendido inteligiblemente por un sistema complejo sin que éste se reduzca a una aprehensión simplificada y descontextualizada.
La inteligencia de la complejidad, ¿qué quiere decir? Quiere decir, ante todo, una inteligencia capaz de comprender que el conocimiento que aísla los objetos unos de otros, las disciplinas unas de otras, no logra más que una inteligencia restringida y mutilada. Es una inteligencia apta para religar los datos, las informaciones y los conocimientos separados. Es una inteligencia que sabe que la inteligencia de lo real no es un reflejo de la realidad, sino una traducción/reconstrucción de esta realidad a partir de un pensamiento/cerebro humano. Es una inteligencia que necesita una inteligencia de la inteligencia, es decir, una epistemología. Esta inteligencia que une debe saber unir el conocimiento y la acción, y en segundo grado, lo epistémico y la pragmática.